viernes, 18 de mayo de 2012

Una maldición llamada reggaeton

Se caen las Torres Gemelas, estalla la guerra en Irak, masacres por aquí y por allá. Justo cuando las cosas no podían ponerse peor… ¡llega el Reggaeton!, el hijo enfermo del Reggae y el Raggamuffin, el cual es una variante del primero y cuya popularidad se dio a mediados de los años ochenta.

Hoy en día, a lo largo y ancho de América Latina, este estilo de música goza de gran aceptación, sobretodo entre los jóvenes, pero ¿por qué?, ¿por qué algo cuya composición gira en torno a voces distorsionadas (señal de escasa aptitud vocal) y a un desesperante sonsonete, señal de pobre creatividad, tiene tantos seguidores?

Algunos sectores de la sociedad ven este ritmo como algo de mal gusto, ya que simula posturas sexuales, otros lo ven como algo descarado pues parece como la consumación del acto sexual en una pista de baile, mientras que algunos, incluido el redactor, lo ven como algo pobre y mediocre en cuanto a lo musical.

Si tan sólo el Reggaeton fuera instrumental, ¡pero no! Aparte artistas como Daddy Yankee y Don Omar (no puedo creer haber escrito esos nombres) nos torturan con letras, cuyos temas principales son el amor y el sexo muy poco trabajadas. Para la muestra un botón:

“Zúmbale mambo pa’ que mi gata prendan los motores, que se preparen que lo que viene pa’ que le den….duro!

Por favor! Mi sobrina escribe mejor.

Seguramente Jim Morrison y Jimi Hendrix (no puedo creer haber escrito sus nombres en un artículo sobre este tema), cuyos restos se sacuden en alguna cripta en este momento, no querían que la lírica en la música cayera tan bajo cuando escribieron canciones como “The End” y “Purple Haze” respectivamente; y ni hablar de Bob Marley, padre del Reggae, quien probablemente esta noche le jalará las piernas a más de un Reggaetonero.

Lastimosamente, los músicos no son los únicos afectados por este género musical, también lo son escritores y poetas…. ¿Qué pensaría Cervantes? Si volviera a vivir, moriría instantáneamente al ver este atropello contra la lengua castellana (remítase a la muestra ya expuesta).

Todavía hay más palo que dar, pero por cuestiones de espacio concluiré diciendo que el Reggaeton está aquí, habrá que soportarlo mientras dure, es decir, un par de años más. Dios quiera menos, época en la cual se unirá en la “tierra del olvido” al Merengue y la Lambada.

Tomado de: http://www.usergioarboleda.edu.co/altus/opinion_reggaeton.htm

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